Tomado de Siempre! (México)
Por Juan Pablo Aguirre Quezada
Sábado 16 de julio de 2016
“El de la locura y el de la cordura son dos países limítrofes, de fronteras tan imperceptibles,
que nunca puedes saber con seguridad si te encuentras en el territorio de la una o en el territorio de la otra”.
Arturo Graf.
Si podemos revisar un mapa de Sudamérica veremos que una gran porción del territorio de Guyana está bajo el reclamo de Venezuela. Esta zona, también conocida como Guyana Esequiba, ha sido el escenario de reclamaciones por más de siglo y medio, originalmente entre Venezuela y el Imperio Británico, y en los últimos cincuenta años con la independencia de Guyana, las disputas han sido entre los gobiernos de Caracas y Georgetown.
Pese al reconocimiento internacional de Guyana como país independiente, así como su participación en diferentes organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) o la Comunidad del Caribe (CARICOM) tiene que lidiar con los reclamos venezolanos, ya sin contar con la fuerza militar que representaba ser una colonia británica, ahora tienen constantes roces con el gobierno de Nicolás Maduro.
En los últimos meses la prensa internacional ha documentado estas declaraciones, pese a los problemas de crisis humanitaria y económica que tiene Venezuela, aunque no ha pasado a una etapa más agresiva, pero con un riesgo latente. En tanto, la administración de Guyana está de acuerdo con un análisis de la ONU a fin de resolver las diferencias, lo cual es rechazado por Venezuela, que defiende el Acuerdo de Ginebra de 1966 como instrumento jurídico para su reclamación.
Guyana Esequiba, la zona en disputa, es un territorio cercano a 160 mil kilometros2 (poco mayor que el estado mexicano de Coahuila). Esta cifra equivale a 74.21% del territorio que actualmente ocupa el país de Guyana. Esta extensa área tiene poca población y escasas vías de comunicación. Sin embargo, posee recursos naturales y minerales, además de que el territorio otorga mar patrimonial. No obstante, recientes estudios del subsuelo han encontrado importantes vetas de petróleo y gas natural en el área, lo que ha fortalecido a la producción y comercialización de hidrocarburos en favor de esta nación, lo que también ha propiciado la inversión por parte de compañías estadounidenses y europeas a fin de explotar los combustibles.
Este hallazgo motivó para resurgir el reclamo territorial, situación contrastante con el gobierno de Hugo Chávez, que incluso se condujo con cordialidad la relación entre ambas naciones. Actualmente, pese a la crisis humanitaria e inestabilidad que atraviesa Venezuela, el Presidente Nicolás Maduro ha tenido un discurso acometedor, y que ha incluido ejercicios militares de este país en la zona limítrofe de la excolonia británica, lo que ha sido criticado por la comunidad internacional.
Preocupación adicional ha sido –al igual que en los momentos de tensión con Colombia- el ejercicio presupuestal del gobierno de Caracas en gasto militar, lo que puede ser una amenaza para la paz en la región. Asimismo, con una población muy superior (30.5 millones de venezolanos frente a menos de 900 mil habitantes de Guyana) existen reflexiones sobre las intimidaciones que puede causar un país más grande y con mayor número de recursos sobre uno más pequeño.
No obstante, Guyana es miembro de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth), por lo que cuenta con el respaldo diplomático de países como el Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, entre otros, por lo que difícilmente la definición de la disputa territorial será en términos bélicos, y que si no se acuerda una solución con un organismo internacional como mediador, la disputa puede continuar activa, tal como ha sucedido desde el siglo XIX.
Algunos estudios dividen a Guyana Esequiba –el territorio en reclamación- en dos, justamente por la región del Río Esequibo. Ambos países reclaman ambas zonas; por una parte Venezuela lo defiende con los antecedentes de límites preexistentes de la época independiente, además de las irregularidades sostenidas por la firma del Tratado de París, al argumentar que el territorio fue ocupado injustamente por el Imperio Británico. Sin embargo, parte de la discusión es derivada de las antiguas posesiones holandesas, de lo cual queda como vestigio Surinam; por lo que todavía las naciones que integran las zonas de las guyanas (Guyana, Surinam y Guayana Francesa) tienen reclamos territoriales entre sí, además del diferendo existente con Venezuela.
Parte de las discusiones se reavivaron por intereses ideológicos, de un gobierno socialista como el representado por la actual administración venezolana, y por el otro bando, las concesiones a compañías petroleras estadounidenses –economía capitalista- en el caso de Guyana; por lo que el conflicto también es una fuente de argumentos y discusiones mediáticas que pueden generar diferentes notas informativas para alimentar la opinión pública de la región en litigio.
El problema territorial de Guyana Esequiba no tiene una pronta solución en el escenario internacional, y lo probable es que sea un nuevo fallo, ahora por parte de un organismo internacional, el que defina la situación, sólo que las dos partes tienen que aceptar tal mediación, que hasta el momento, no ha sido posible un acuerdo previo que permita terminar con la disputa.
*Doctor en Humanidades, Universidad Latinoamericana.
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