Por Carlos Oropeza
08 de mayo de 2014
Durante muchos años Venezuela contó con ciudadanos inminentes que mediante su labor diplomática defendieron la soberanía nacional ante las pretensiones de las potencias del momento y los molestos vecinos, hambrientos de kilómetros de tierra venezolana, entre ellos Don Santos Michelena, Antonio Leocadio Guzmán y Marcos Falcón Briceño. Cada uno, en su época, aportó sus conocimientos y esfuerzos por lograr que nuestra patria no fuera victima de la terrofagia a la que estuvo condenada en el siglo XIX.
Pero, de igual manera, contamos con la valiosa ayuda de ciudadanos de otros países, que decidieron apoyarnos, con es el caso del Canciller argentino Luis María Drago en el incidente en la que las que un grupo de países bloquearon las costas venezolanas y del abogado norteamericano Severo Mallet Prevost, que durante el proceso de arbitraje entre Venezuela y la Gran Bretaña de 1896 a 1899 tuvo un papel muy importante, lejos de lo que opinan las autoridades guyanesas y británicas.
El Dr Mallet Prevost nació el 8 de octubre de 1860 en Pennsylvania, Estados Unidos. Desde muy joven tuvo inquietudes acerca de lo que debería ser el derecho, no solo en lo civil, sino internacional, de como las naciones resuelven diferencias con tratados. Sin embargo, estudio Ingeniería Civil antes de lograr tomar la carrera jurídica. Allí se destacó en el plano internacional, sirviendo como abogado a varios países como Estados Unidos, México, Grecia, España, Italia y Venezuela. Fue un eminente internacionalista, y, sobre todo, un devoto panamericanista, siendo fundador de la sociedad Panamericana, de la cual también fue presidente desde 1921 hasta 1927, actuando luego como presidente honorario de la institución.
Desde 1899 perteneció a la prestigioso bufete de abogados de Nueva York Curtis, Mallet-Prevost, Colt y Mosle, donde continuo con su labor jurídica a gran cantidad de empresas e instituciones norte americanas
En enero de 1944, durante la visita del Presidente venezolano Isaias Medina Angarita a Estados Unidos, fue condecorado con la Orden del Libertador. En ese acto, donde con un discurso emotivo, el Dr Diogenes Escalante destacó la labor del Dr Mallet Prevost en el Tribunal Arbitral de 1899 en París, de la cual Venezuela"aun no ha curado sus heridas", refiriéndose a la dolorosa decisión del Tribunal presidido por Federico de Martens. Severo Mallet Prevost, en silencio, recordaba con amargura ese hecho donde gracias a los arreglos en tre potencias fuimos desmembrados de una tierra que aun respira el alma nacional.
Luego del acto, el Dr Mallet Prevost conversó con su compañero de bufete, el Dr. Otto Shoenrich lo dudoso que fue el Tribunal Arbitral de 1899, de la intención del arbitro ruso de beneficiar a Gran Bretaña con el 95% del territorio disputada, de haber impuesto una linea creada desde el Colonial Oficce en Londres y de coaccionar a los abogados para tomar una decisión a favor Inglaterra o Venezuela perdería las estratégicas Bocas del Orinoco, territorio históricamente nuestro. Shoenrich recomendó que redactara un memorándum donde contara lo ocurrido en París, y que lo publicara luego de su muerte si asi lo deseaba. El Dr. Mallet Prevost, le contó días después que ya lo habia escrito.
Luego de una vida de logros y satisfacciones, pero con amargos recuerdos por no haber podido lograr mantener ese pedazo de suelo venezolano, por aquel país que cumplió como lo dice su himno nacional "la virtud y el honor". Fallece Severo Mallet Prevost en la ciudad de Nueva York, el 12 de diciembre de 1948. Días después de su deceso fueron encontrados entre sus documentos el famoso memorándum que puso en tela de juicio la decisión del "imparcial" Tribunal Arbitral del 3 de octubre de 1899.
Su labor a favor de Venezuela en el territorio de la Guayana Esequiba data del año 1896, cuando el Presidente Cleveland conformo un comité para estudiar la verdadera frontera entre Venezuela y la Guayana Británica, demostrando Mallet Prevost un profundo conocimiento a nivel histórico y cartográfico del territorio en disputa, analizando cada mapa y documentos coloniales donde ratificó el indudable derecho que tiene la nación sobre el Esequibo. De su trabajo se publicaron varios tomos de gran calidad literaria y científica, digna de ser conocida.
Gracias a su labor en la Comision Cleveland, Mallet Prevost fue contratado por el Estado venezolano para defender el alegato en el cual nuestra frontera oriental comienza en el río Esequibo. Junto a los Arbitros Melville Weston Fuller y David Josiah Brewer, y el grupo de abogados comandados por Benjamin Harrison, dieron su punto de vista que fueron desconocidos por el Tribunal. Tanto así que hizo que el Dr. Mallet Prevost mostrara sorpresa y condenara la decisión desde el mismo momento que fuera leída por el señor Martens. De hecho, existen cartas donde se muestra el descrédito a la decisión arbitraria del tribunal
Mucho se podría escribir de la obra de Severo Mallet Prevost, pero su relación con Venezuela y el Esequibo aun tiene vigencia. A pesar de ser norteamericano creemos que defendió con toda dignidad la causa venezolana. Esta lucha, que se creía perdida a comienzos del siglo pasado se lleno de vigor gracias a la conciencia de un hombre, que aun después de su muerte aun sigue dando vigor al reclamo y al clamor nacional por la reincorporación de nuestro amado territorio Esequibo.
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