Isla de Aves con la base científico naval Simón Bolívar |
Tomado de El Universal
Por Leda Piñero
Domingo 2 de diciembre de 2012
La decisión de Colombia de retirarse del Pacto de Bogotá representa para Venezuela la ratificación de su postura a favor de la negociación bilateral como única vía para dirimir el diferendo entre ambos países por la delimitación de las áreas marinas y submarinas del Golfo de Venezuela.
A lo largo del diferendo, que data de 1964, han sido varias las oportunidades en las que Colombia ha mencionado la posibilidad de llevar la controversia a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, a pesar de que Venezuela no suscribió el Pacto de Bogotá y por tanto, no reconoce la jurisdicción de la CIJ. La posición venezolana siempre fue la de mantener la negociación bilateral y no recurrir a instancias jurisdiccionales internacionales.
A raíz del reciente fallo de la CIJ respecto a los límites marítimos con Nicaragua, Colombia anunció, el pasado miércoles 28 de noviembre, que se retira del Pacto de Bogotá, decisión con la que deja de reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia. En consecuencia, no podrá acudir a esta instancia ante cualquier controversia que mantenga con otro Estado, ya sea en materia de delimitación o alguna otra que sea susceptible de una solución judicial.
"Colombia en algunos momentos en que la cosa se ha puesto complicada con Venezuela siempre pensó en llevar el diferendo a la Corte (CIJ). Ahora, con esta salida, está forzosamente obligada a negociar bilateralmente... Yo creo que (para Venezuela) hay una ganancia y es que nos quitamos el peso de que Colombia nos quería llevar a la Corte", sostuvo María Teresa Belandria, abogada en Derecho Internacional y profesora de esta cátedra en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Para la especialista, esta coyuntura es ventajosa en la medida que la negociación bilateral significa que se van a respetar los títulos y documentos históricos con los que sustenta Venezuela su soberanía sobre las aguas del Golfo y garantiza "una solución negociada que no te la van a imponer, sino que tu la puedes negociar".
Remarcó que "la tesis nuestra siempre ha sido que tenemos suficientes títulos jurídicos para hacer valer nuestros derechos en la zona en delimitación y Colombia siempre quiso llevarla a la Corte, pero la condición nuestra siempre fue que no. Ahora, cuando se decida que se vaya a discutir sobre el diferendo, tiene que ser bilateral", indicó.
Para Emilio Figueredo, exembajador ante la ONU para los Acuerdos de Ginebra, la posición de Venezuela en torno al Golfo y la zona económica exclusiva de ambos países ha sido siempre "clara y sólida". "A Colombia no le queda más nada que negociar con Venezuela y es lo que nosotros todo el tiempo hemos querido: llegar por soluciones", expresó.
Resaltó Figueredo que en el diferendo por el Golfo un recurso de la CIJ sería complicado "y Venezuela no lo aceptaría". "Eso no tiene otra solución que una negociación que tome en cuenta, equitativamente, la importancia para cada Estado de la zona a delimitar", sostuvo.
El caso de isla de Aves
El fallo de la CIJ respecto al diferendo marítimo entre Colombia y Nicaragua prendió las alarmas en el país por la delimitación pendiente que existe sobre isla de Aves.
A sabiendas de su potencial económico, algunas naciones del Caribe oriental han solicitado a la Comisión de límites de plataforma continental de la ONU que se desconozcan los derechos de Venezuela en cuanto a la soberanía de isla de Aves, bajo el alegato de que no es una isla y por lo tanto no genera zona económica exclusiva ni plataforma continental.
"La sentencia de la CIJ (sobre Colombia y Nicaragua) declaró que unas islas que no pueden mantener habitación humana ni pueden mantener vida económica propia no generan zona económica exclusiva. Ese criterio también ha sido expresado por islas del Caribe que le han negado a isla de Aves la posibilidad de generar zona económica exclusiva", explicó el profesor en Derecho Internacional de la UCV, Francisco Nieves Croes.
En ese contexto, los abogados recomiendan prudencia al gobierno venezolano en torno al caso de Colombia y Nicaragua.
"Venezuela no debería meterse en ese asunto porque si bien el gobierno es aliado de Nicaragua, la sentencia sienta un mal precedente para la situación nuestra en isla de Aves", manifestó Figueredo.
Venezuela tiene actualmente tres procesos de delimitación pendientes -el Golfo de Venezuela, isla de Aves y el Esequibo-, en los cuales se dirimen derechos del mar que son derivados de la tierra.
"Venezuela no debería inclinarse a favor ni de Colombia ni de Nicaragua, porque esa sentencia pudiera ser aplicada a nosotros porque ya hay jurisprudencia", destacó Belandria.
Observación: Al referirse a Guyana (República Cooperativa de Guyana) Venezuela solo reconoce su territorio al este del río Esequibo (Nota de Reconocimiento de la Cancillería al nuevo estado de Guyana del 26 de mayo de 1966: "En consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea media del río Esequibo, tomado éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico").
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