Mapa de Caracas de 1810 publicado en Londres |
-Legación Británica.
Caracas, 26 de Mayo de 1836.
Al
Sr. José Gallegos.
Señor:
La
reciente correspondencia que he tenido con el Cónsul de Su Majestad en Angostura,
me pone en el caso de solicitar del Ejecutivo una seria atención á lo que voy á
exponerle respecto á la más segura navegación de los buques que entran por la boca
principal del Orinoco, situado al sudoeste de la isla de Trinidad. Me veo
particularmente obligado á dirigirme al Gobierno sobre esta materia á causa de los
muy inminentes peligros á que están expuestos los buques, no sólo por falta de señales
adecuadas de tierra y agua que los guíen, sino también con motivo del ineficaz estado
del establecimiento de prácticos de la isla de Pagayos que está á una distancia
considerable río arriba.
En
prueba de los resultados de que acabo de hacer mención, me permitirá Usted asegurarle
que el 7 de enero último el bergantín inglés Coriolanus, viniendo de San Thomas á Angostura, se varó enteramente
algo á sotavento de la boca grande del Orinoco por falta de valizas que señalen
la verdadera entrada. El capitán y marineros hicieron los mayores esfuerzos para
desvararlo, pero sin buen suceso, y pronto hizo agua y naufragó, de suerte que el
29 quedó enteramente abandonado, y el 6 de febrero el capitán y tripulación
llegaron á Angostura, donde contaron su desgracia y la causa de ella al Cónsul inglés
en dicha ciudad.
Un
segundo caso de igual naturaleza y por causa semejante sucedió pocas semanas después,
y es que el bergantín inglés Sir Walter Scott, destinado al exterior con un cargamento
de ganado para consumo de las tropas de las Colonias Inglesas se varó por falta
de un piloto ó práctico al atravesar desde la punta de la isla de Cangrejos á la
de Barima, donde permaneció en el mayor conflicto durante tres días. Refiriéndome
el Cónsul esta circunstancia, añade: " Este es un nuevo testimonio de la ruinosa
tendencia procedente del actual impotente sistema de prácticos del Orinoco, y aunque
se supo la desgracia en el apostadero de prácticos de Pagayos, no se prestó ningún
auxilio. El buque y cargamento deben haber sufrido considerable daño, cuyos pormenores
no tengo todavía, pues el capitán al momento que se desvaró continuó su viaje."
Me remitiré aquí á la adjunta copia de una carta dirigida al Gobernador de la provincia
de Guayana por el Cónsul, en confirmación del sumo abandono y también de la desobediencia
á los reglamentos de prácticos.
Por
lo que ya he manifestado, me toca por mis deberes oficiales representar al Ejecutivo
de esta República la indispensable necesidad, y esto sin ulterior demora, de colocar
una señal ó faro bastante visible en la punta de Barima que forma la boca
grande del Orinoco al S. S. E., donde me informan que puede hacerse con las mayores
facilidad y ventajas. Este objeto sería una efectiva y segura señal, igualmente
que salvaguardia para los buques que buscan la verdadera entrada por este vasto
río; y esto es mucho más necesario por la gran dificultad que todos los navegantes
experimentan para hallar la entrada, pues la costa presenta un mismo aspecto
por muchas leguas de distancia, y hasta el día de hoy no hay una sola señal de
ninguna especie que la denote. La isla de Cangrejos forma la otra costa de la boca
grande situada á distancia de cerca de ocho leguas de la punta al O. N. O., cuyos
peligrosos bancos de arena reducen el único canal navegable á tres millas
escasas de ancho, que comienza al pasar la barra justamente fuera de la punta
Barima, y se hace luego difícil é intrincada, especialmente después de subir
cerca de tres leguas, donde el canal frecuentemente cambia su curso á causa de las
arenas movedizas. A la verdad no puede negarse que toda la navegación hasta la
isla de Pagayos (once leguas de la punta) es enteramente peligrosa é incierta, y
requiere ser inspeccionada y cuidadosamente sondeada por una persona
perfectamente instruida de aquella parte del Orinoco y sus probables contingencias.
Deben establecerse inmediatamente boyas en aquellos puntos particulares que señalen
el canal y demuestren dónde están los bancos de arena y los escollos, los cuales
son ambos numerosos, impiden la navegación y aumentan los peligros del río con
gran riesgo de vidas y propiedades.
El
segundo objeto de mi representación toca al actual, y por decirlo así, casi
inútil sistema de pilotaje del Orinoco. Sé muy bien que se destinó un pailebot para
salir diariamente de Punta Barima á cruzar en auxilio de los buques que buscan la
entrada del río ; pero una vergonzosa falta del debido arreglo, seguida de un abandono,
hizo frustrarse este sabio y bien concebido plan por parte del departamento de
Marina, y no existe en el día de hoy. El único apostadero de prácticos en el Orinoco
está en la isla de Pagayos, distante 40 millas de la entrada de la boca grande del
río, y parece demasiado claro que han de encontrarse grandes dificultades y peligros
para llegar á ella. La amigable conducta que en todo tiempo ha manifestado este
Gobierno en sus relaciones extranjeras, no sólo políticas sino comerciales, me asegura
de que es siempre sensible á todo lo que pueda aumentar aquellas relaciones de
amistad ó fomentar la prosperidad del comercio del país. Bajo esta firme creencia,
y penetrado de mis deberes en vigilar sobre la del de mi nación, aprovecho la actual
oportunidad para esforzarme en impresionar al Ejecutivo de la imperiosa
necesidad de tomar prontamente medidas estables y enérgicas para el arreglo de aquel
comercio, que es de tan vital importancia al fomento del de Angostura, cuyo aumento
ó disminución no puede menos de afectar considerablemente el de todas las provincias
vecinas de la República, é influir, por consiguiente, en las rentas públicas. Permítame
Usted añadir, por estar esencialmente enlazado con la cuestión y ser un hecho
demasiado notorio, que no sólo en Inglaterra sino en muchas de sus colonias,
los comerciantes temen especular, y enviar sus buques al Orinoco, á causa de los
peligros á que están expuestas las vidas y propiedades por las razones que dejo
referidas, corroborando así lo que he dicho acerca del total abandono en que yace
la navegación del Orinoco. Tan profunda es
la impresión del peligro en el ánimo de los negociantes británicos, que en Lloyd,
en Londres, no puede realizarse ningún aseguro para aquel río, sin un vaance muy considerable sobre el premio y
en muchos casos ninguno.
El
Cónsul de Su Majestad en Angostura, como lo demostrará á Usted la adjunta copia,
juzgó de su indispensable deber llamar la atención al Gobernador de la Provincia
de Guayana al asunto de que trato, enteramente esperanzado de que, con su autoridad
é instancia, pudiese impedir en lo sucesivo en el Orinoco la continuación de un
sistema verdaderamente perjudicial á los intereses de los individuos y al comercio
en general. He tenido el honor de presentar á Usted el oficio de aquel señor Gobernador,
que se me remitió junto con su respuesta, y también otros documentos relacionados
con la presente representación, mencionando además que los mismos se han remitido
á este Gobierno para su inteligencia y deliberación. No dudo que estos papeles demostrarán
además al Ejecutivo cuán absolutamente inútil es en la isla de Pagayos el actual
establecimiento de prácticos, siendo más bien perjudicial que ventajoso al designio
y miras de la Legislatura, y requiriendo por tanto una reforma radical de
cualquier modo.
Antes
de concluir este oficio, debo repetir otra vez mi solicitud de que se ordene al
Ministro de Marina que averigüe y corrija los abusos que han frustrado la buena
intención del Gobierno y de dicho Departamento, previniéndole también que atienda
á la recomendación que ahora tengo el honor de hacer, para colocar un faro adecuado
en Punta Barima, y asimismo las boyas convenientes en el Orinoco, para la más segura
navegación en él, de modo que yo pueda dentro de corto tiempo (y confío que la urgencia
es manifiesta) tener la satisfacción de comunicar oficialmente al Secretario Principal
de Estado y de Negocios Extranjeros de Su Majestad, para noticia de los comerciantes
interesados en Lloyd, las medidas que se han tomado por este Gobierno, haciendo
perfectamente perceptible la gran entrada al Orinoco, como también perfectamente
segura la navegación del río hasta Angostura.
(Firmado) R. Ker Porter.
Excelente artículo histórico.No tiene desperdicio y discontinuidad. Observen en sus notas que Bolívar si comió mango en Angostura.
ResponderBorrarExcelente artículo histórico.No tiene desperdicio y discontinuidad. Observen en sus notas que Bolívar si comió mango en Angostura.
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