Quema del pabellón nacional en Georgetown (Cortesía del blog de la Guayana Esequiba) |
Confidencial
Consulado General de la República de Venezuela
Nº J-15
Señor Ministro:
Tengo a bien informar a usted los incidentes ocurridos ayer frente al Consulado General.
A las once de la mañana de ayer estuve haciendo una visita de cortesía en la oficina del Primer Ministro previamente acordada y me sorprendió al informarme de que había enviado a usted una nota de protesta enérgica por la violación del territorio guyanés perpetrado por venezolanos en la Isla de Ankoko, los cuales según él habían construido edificaciones, instalado estaciones de radio, tomando toda la isla.
Yo le manifesté que escribiría a mi Gobierno indagando sobre el incidente ocurrido en dicha isla. De seguida el hizo llamar al Ministerio de Asuntos Exteriores para que me enviaran una copia del cable enviado a usted.
Desde algunas horas antes de mi vista la radio estuvo informando a la Nación que el Primer Ministro Burnham a las doce meridiano se dirigía al pueblo guyanés para darle un anuncio de importancia.
Las palabras del Sr. Burnham están en la prensa que adjunto y al pronunciarlas crearon un estado de nerviosismo en el pueblo en general y hubo actividad en los partidos políticos de la coalición y de la oposición.
A las 2 p.m. visité al Jefe de Protocolo en el Ministerio de Asuntos Exteriores para cumplir con las instrucciones enviadas en su cable Nro. DP-265 y en dicho Ministerio el Sr. Mittelholzer, Jefe de Protocolo después de entregarme las instrucciones concernientes a la presentación de credenciales; me entregó copia del cable de protesta del Primer Ministro enviado a usted.
Todo el resto del día continuó la excitación del público, mucho de los cuales algunos amigos y otros desconocidos llamaron al Consulado tratando de indagar algo sobre la realidad de los hechos.
Pasadas las 5 de la tarde cuando en el Consulado no quedaba del personal sino únicamente el vigilante se hicieron presente unas cincuenta personas con pancartas protestando por la violación del territorio de Guyana cometida por los venezolanos. Esta protesta escrita fue acompañada de gritos e insultos contra nuestro país y de pronto algunos de los manifestantes, saltando la tapia penetraron en el jardín y sin hacer caso a las protestas del vigilante bajaron la Bandera Venezolana y la quemaron en la calle.
El vigilante me llamó urgentemente en mi residencia y me hice presente siendo rodeado por los manifestantes que gritaban desaforadamente, mostrándome las pancartas; aun cuando en ningún momento fui tocado por ninguno de ellos ni insultado personalmente.
El Superintendente de la Policía que en ese momento estaba frente al Consulado fue de opinión de que yo no debía abrir la reja del Consulado para evitar que algunos exaltados pudieron entrar y me garantizó que la policía cuidaría del Consulado.
Escoltado por oficiales de la Policía regresé a mi casa que estaba vigilada también por fuerza policial.
Posteriormente a la diez y media de la noche volví al Consulado a inspeccionarlo y todo estaba normal y además de los dos vigilantes la policía permanecía frente al Consulado.
Durante la noche hubo fuerza policial frente y mi residencia.
Hoy regresé al Consulado como de costumbre a las ocho de la mañana encontrándome de nuevo con un grupo de manifestantes con pancartas gritando protesta contra Venezuela. Por lo demás continuamos trabajando normalmente dentro del Consulado con todo el personal.
A mi juicio, la situación se irá caldeando porque hay responsabilidad directa de los partidos políticos en los hechos ocurridos ayer. Los manifestantes son militantes del PYO (Juventud del PPP), del YSM (Young Socialists Movement – Juventud del PNC) y tal vez miembros de la juventud del United Force, a pesar de que uno de los dirigentes de este último partido me negó rotundamente que la U.F. estuviera mezclada en esto.
Indudablemente que los incidentes de ayer fueron preparados de antemano por dirigentes políticos tanto del Gobierno como de la Oposición.
Se comenta con insistencia que el discurso del Primer Ministro fue el de la exaltación y preparó el clima necesario para que se produjeran los incidentes de ayer efectuados por militantes previamente aleccionados.
El Secretario Permanente del Ministerio de Asuntos Exteriores me llamó anoche en nombre del Gobierno manifestando sus sentimiento de pesar por los hechos ocurridos, lo mismo que los Jefes de Seguridad y Policía.
Gran cantidad de personas han llamado al Consulado y a mi residencia manifestando su protesta y a la vez su simpatía hacia el pueblo venezolano. Espero instrucciones.
Soy del Señor Ministro muy atentamente,
(Fdo.) Luís Aranguren Cabral
Cónsul General
Al Señor Doctor
Ignacio Iribarren Borges,
Ministro de Relaciones Exteriores
Su Despacho, Caracas
Fuente: Boletín del Archivo de la Casa Amarilla, V. 5, 1998, 335-336.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario