domingo, 5 de febrero de 2012

La debilidad de la diplomacia de la CARICOM

La CARICOM olvido su apoyo a Argentina sobre su soberanía en las Malvinas
para evitar restricciones de Inglaterra en los viajes al Caribe


Tomado de Stabroek News (Guyana) / 3 de febrero de 2012En la editorial del miércoles, "Gran Bretaña y el Caricom", planteamos algunas preguntas acerca de la coordinación de la coherencia, la eficiencia y la eficacia de la diplomacia colectiva de la CARICOM. Se centró, entre otras cosas, sobre el fracaso de los ministros de Exteriores de la región para extraer un acuerdo del ministro de Exteriores británico, William Hague, en el Foro del Reino Unido y el Caribe en Granada, para revisar la exorbitante y discriminatoria Air Passenger Duty (APD) impuesta unilateralmente por el Reino Unido relativa a los viajes al Caribe.
Todo lo que el plan de acción resultante dice al respecto es que los ministros acordaron "continuar el diálogo" - ". diplomáticos hablan por bombo y platillo que "no se aprobó" , pero un comunicado de prensa de la Secretaría de CARICOM el 22 de enero dice que "la noticia más agradable para el Caribe" era "el acuerdo por el Reino Unido para volver a abrir el diálogo" en la APD. Quienquiera que haya escrito el comunicado de prensa fue bien iluso tratando de engañar al público o al Caribe. Uno espera sinceramente que nuestros ministros de Relaciones Exteriores y representantes diplomáticos sean más realistas acerca de la falta de compromiso por parte de los británicos.
Por otro lado, el párrafo final de este plan de acción que los ministros acordaron "apoyar el principio y el derecho a la libre determinación de todos los pueblos, incluidos los habitantes de las islas Malvinas, reconociendo la importancia histórica de la autodeterminación en el desarrollo político de el Caribe, y su condición de principal como principio internacionalmente aceptado de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. "Me parece bien, pero esta afirmación loable, casi inocuo debe leerse en el contexto de tensión entre el Reino Unido y Argentina sobre sus respectivas pretensiones de las Islas Malvinas, y una posición anterior con el apoyo de los países del Caricom que parece decir todo lo contrario.
En febrero de 2010, los miembros del Caricom que asisten a la cumbre de México que dio origen a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), aprobaron una declaración dando su "respaldo a los legítimos derechos de Argentina en su disputa de soberanía con el Reino Unido" sobre las Islas Malvinas " "y pidiendo a los dos gobiernos a renovar" las negociaciones con el fin de encontrar en el menor tiempo posible una solución justa, pacífica y definitiva a la controversia, "de conformidad con las resoluciones de la ONU. Esta postura fue reiterada en la cumbre de la CELAC en Caracas en diciembre pasado. Una posición matizada en la parte de la Caricom habría sido más deseable.

El apoyo a "los derechos legítimos" de la Argentina en el Atlántico Sur sugiere un previo a la sentencia de una disputa territorial compleja histórico y legal y es un camino lleno de peligros, dado el legado colonial de las controversias limítrofes y las disputas relacionadas de diversas maneras: Guyana y Venezuela, Guyana y Surinam, Belice y Guatemala, y Venezuela y sus afirmaciones en el Mar Caribe. Está claro que es una cuestión de interés existencial, donde Guyana y nuestros estados hermanos del Caribe tienen su soberanía, integridad territorial e intereses económicos amenazados por siglos de antigüedad de las reclamaciones de la época colonial.

De hecho, hay que tener en cuenta que maniobras diplomáticas de Argentina con respecto a su reclamo de las Islas Malvinas se les dio un impulso un par de años atrás, cuando se hizo evidente que los mares que rodean eran ricos con el petróleo. Aparte de la objeción en todos los foros posibles a la perforación británica, Argentina, en diciembre pasado, se puso sus socios del Mercosur para prohibir en sus puertos a todos los barcos que enarbolen el pabellón Islas Malvinas.En respuesta, el primer ministro británico, David Cameron, prometió que el Reino Unido no negociará la soberanía de las islas, acusando a la Argentina de "colonialismo" en su reclamo, ya que se tenían en cuenta los deseos de los habitantes de las Malvinas. Y así como el Reino Unido también ha estado movilizando sus recursos diplomáticos considerables, se anunció esta semana que uno de los buques de guerra más sofisticados de la Armada Real se está desplegando a las Malvinas.

El ruido de sables en los dos lados, por tanto, parecen tener mucho que ver con el descubrimiento de petróleo en el Atlántico Sur y el polémico tema de la propiedad de los recursos minerales potencialmente vastas submarinos en la ZEE de las Islas Malvinas ".

Ahora, con la Caricom parecen haberse alejado de la posición de la CELAC, la declaración de Granada debe ser visto, a pesar de las implicaciones territoriales de la Caricom, como nada más y nada menos que un golpe diplomático para los británicos. Y una barata en la que, dado que Mr. Hague sólo tenían que prometer una inversión de ₤ 75 millones en un período de cuatro años para proyectos de desarrollo en el Caribe, sin que al parecer este lo suficientemente presionado a ceder terreno en la cuestión más candente de la región, el DPA.

Todo esto nos lleva a la pregunta de por qué Estados de la CARICOM parecen ser copias de seguridad tanto de la Argentina y el Reino Unido en la controversia, en función de cuya compañía se mantiene en el tiempo. Si bien el mandato de la ONU, que se remonta a 1965, que el asunto se resuelva mediante negociaciones es digno de apoyo, no debe haber ningún intento de adelantarse a los resultados mediante la extensión de apoyo de  "los derechos legítimos" de Argentina. Igualmente, la importancia histórica y fundamental principio de la autodeterminación defendido por los británicos deben estar plenamente respaldado, sino que también deben ser recordados de los derechos de los ciudadanos de su capacidad de seguir las dependencias del Caribe en este sentido. Y los intereses estratégicos de la región siempre debe ser primero.

Que tales posiciones contradictorias se han adoptado sugiere que el pragmatismo rige un débil y hueco de la práctica de la diplomacia de la Caricom, en lugar de una estrategia coherente y la adhesión a los principios básicos que sustentan la diplomacia fuerte, enfocada y bien coordinada.


http://www.stabroeknews.com/2012/opinion/editorial/02/03/the-weakness-of-caricom-diplomacy/


Observacion: Al referirse a Guyana (República Cooperativa de Guyana) Venezuela solo reconoce su territorio al este del río Esequibo ( Nota de Reconocimiento de la Cancillería al nuevo estado de Guyana del 26 de mayo de 1966: "En consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea media del río Esequibo, tomado éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico".

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