El Río Esequibo y el desastre ecológico de 1995

     El Rio Esequibo, frontera natural de Venezuela con Guyana, viene siendo administrado de facto por Georgetown, sucesor de el imperio británico que antiguamente invadió estas tierras, es uno de los ríos mas importantes de América del Sur. tiene 1000 kilómetros cuadrados y de él surgen varios afluentes importantes, como los rios Cuyuni y Mazaruni y otros que cruzan todo el territorio Esequibo desde su nacimiento en los Montes Acaray, cerca de la frontera con el Brasil.

     Este imponente río es parte fundamental de la vida de los habitantes de la Guayana Esequiba venezolana, que tienen al río y sus tributarios como fuente de agua potable, como vía de transporte y como elemento cultural desde tiempos inmemorables. Cuando los conquistadores españoles establecieron contacto con la tribu Aruaca a partir de 1498 notaron la oportunidades que tiene esta red fluvial y establecieron plantaciones de caña de azúcar en sus orillas . En su ribera se asientan gran cantidad de caseríos y poblados indígenas, la más importante de ellas el la ciudad de Bartica, de 8.532 habitantes. Allí sus pobladores no conciben la vida sin su eterno río, pues ademas de ser la principal fuente de agua y de alimento, es un punto de encuentro social con sus famosas regatas anuales.

      Debido a la pobreza que existe en el país gobernado por el régimen de facto guyanés, por las grandes riquezas minerales que posee (oro, diamantes, caolín, bauxita, manganeso, uranio...) grandes trasnacionales mineras han aprovechado las facilidades que otorga Guyana y han instalado centros mineros a lo largo del territorio venezolano: Issano, Omai, Mina Pedro ente otros.

     Estas minas han traído como consecuencias grandes daños en la fauna, la flora y los pueblos amerindios que se encuentran río abajo, debido a los residuos como el mercurio y el cianuro, que se utilizan en la extracción del oro. La comunidades afectadas han alzado su voz de protesta por que la calidad del agua que consumen puede atentar contar la vida de seres humanos y animales que viven a lo largo del caudaloso río  teniendo una respuesta áspera del gobierno de la orilla oriental, que desde mucho antes de su independencia de Gran Bretaña vive intensos conflictos raciales entre hindúes, afroguyaneses y amerindios. 

      En agosto de 1995 fue la gota que derramo el vaso, cuando mas de 2,25 millones de metros cúbicos de agua con cianuro cayeron al rió Omai, un afluente del Esequibo contaminándolo en el acto. 60.000 metros cuadrados por hora ponen en peligro la vida de los habitantes en la orilla venezolana como la guyanesa. La causa de esta tragedia fue que al romperse el dique de un estanque de lavado y refinación de oro en una mina propiedad de la empresa canadiense Omai Gold Mines esta agua venenosa cayó sin control por varios días provocando la muerte de muchos animales. 

      El peligro que conlleva el consumo de cianuro en la salud humana, así sea en pequeñas cantidades, hizo que se prohibiera el uso del río por tiempo indefinido, causando grandes calamidades en las poblaciones al sur del Esequibo, ya que debieron esperar la ayuda internacional ya que no tenían agua potable y estaban incomunicados, ya que en este territorio son escasas las vías terrestres.

    Todo esto debe servir de lección para que el gobierno de facto de Georgetown deje de hacer concesiones en la zona, ya que al estar prácticamente inundada por ríos que son el alma y el corazón de estas poblaciones, deben pagar el precio del desarrollo nacional de la otra orilla.Y en esta orilla, debemos reconocer y defender a este territorio venezolano y a su gente, nuestros compatriotas que igual que nosotros, aman a su tierra. Como lo dijo don Rómulo Gallegos: "...tierra de horizontes abiertos donde una raza buena ama, sufre y espera"


Por Carlos Oropeza