Ya intentó explorar aguas en disputa en busca de hidrocarburos
ERNESTO J. TOVAR | EL UNIVERSAL
lunes 17 de octubre de 2011
La delimitación de las áreas marinas y submarinas del territorio venezolano en las costas de Delta Amacuro es un asunto vital para asegurar el dominio sobre los recursos energéticos conocidos -y los que puedan descubrirse- en esa zona.
No obstante, la solicitud de Guyana ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de extender su plataforma continental y dominio marítimo en 150 millas (241 kilómetros) hasta 350 millas constituye una amenaza para proyectos gasíferos venezolanos como Plataforma Deltana en el Delta del Orinoco, asegura el geólogo Aníbal Martínez, miembro de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat y ex asesor del Ministerio de Energía y Minas, y Pdvsa.
Martínez afirma que Guyana está solicitando a la ONU ampliar una línea que la limita con Venezuela, pero en perjuicio del territorio venezolano y del domino marítimo. "Guyana dice que su línea empieza en Punta Playa (al extremo más sureste de Delta Amacuro) y sigue con sus concesiones" de exploración de hidrocarburos costa afuera.
La aspiración guyanesa implica el cierre de las líneas que limitan sus espacios marítimos, en áreas de la plataforma de la Guayana Esequiba (zona en reclamación) y prolongándose prácticamente frente a los bloques del proyecto Plataforma Deltana.
Según Martínez, "quedaríamos encerrados y perderíamos más territorio que lo que se entrego con Guayana Esequiba. Estamos hablando de aproximadamente 170 mil kilómetros cuadrados".
Plataforma Deltana comprende el desarrollo de exploración y explotación de gas no asociado Costa Afuera, en un área de 9.441 kilómetros cuadrados frente al Delta del Orinoco, con reservas aproximadas a 7 billones de pies cúbicos de gas. Allí Venezuela y Trinidad y Tobago comparten reservas de gas en yacimientos a lo largo de línea de delimitación firmada entre ambos países.
Por autorización de Venezuela, en Plataforma Deltana participan las transnacionales Chevron, Statoil y Total.
Escaramuzas previas
Aníbal Martínez relata que en el año 1999 Guyana cerró su frente atlántico al entregar 4 concesiones, incluyendo una a ExxonMobil, para explorar una franja de aguas frente a la zona en reclamación en busca de petróleo y gas.
"A la reclamación del Esequibo se le agregó ese acto hostil en la actividad petrolera", dice Martínez, indicando que el entonces el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, José Vicente Rangel, envió una carta en protesta por esa exploración, que fue suspendida.
Posteriormente, en el año 2002, Guyana intentó un tratado sobre sus zonas económicas exclusivas, que se solapaban con Barbados, que también reclamó.
Ahora, sobre la solicitud de extensión de plataforma, Martínez subraya que "Venezuela debe protestar y fijar su posición. La línea arbitral debe ser el punto de partida. Y la otra línea es la que sale del río Esequibo, de la boca y desembocadura del río Esequibo. Esa línea debe ser perpendicular hacía el talud y hacia el fondo oceánico".
Aníbal Martínez, quien se desempeñó como ministro en la Embajada de Venezuela en Brasil y en el secretariado de la OPEP en Ginebra y Viena, asegura que "Venezuela debió hacer mención de su derecho. Ha sido un desastre la forma como se ha asumido este conflicto. Se siguen entregando a Guyana bienes tangibles y condonando deudas. Y el hecho de que Guyana esté en Petrocaribe no tiene sentido".
El geólogo lamenta que "se haga entrega de los principios y defensas hecha a través de los años. No puede ser que en contrapartida a cada uno de los actos hostiles, éstos se compensen entregando más cosas y más buena voluntad solo por buscar un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU", en alusión a la intención venezolana de ganar un asiento en esa instancia con el apoyo caribeño.
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