miércoles, 19 de octubre de 2011

General Domingo Antonio Sifontes: El terror de los ingleses




Tomado de El Dorado: Un pueblo diferente.

El 2 de Marzo de 1894, los primeros venezolanos asentados en las riberas del río Cuyuní y en confluencia con el río Yuruán, al mando del general Domingo Antonio Sifontes, liberaron sus energías creadoras en medio de la incertidumbre, del miedo y la confusión, para afirmar la soberanía nacional y los primeros cantos de libertad en esta frontera.

El Dorado, es una tierra circundada por los ríos Cuyuní y Yuruani, donde convergen una diversidad de ideas y luchas, en la proyección y consolidación de metas que persiguen sacar adelante a esta parroquia que forma parte del municipio Sifontes, es aquella soñada por muchos conquistadores de la época colonial, que siempre buscaron el oro, no en vano el pueblo está rodeado de diversas minas río abajo y río arriba, que son el principal soporte económico de la población.

El general Sifontes

Domingo Antonio Sifontes nació en 1834, en la población de Cantaura, estado Anzoátegui. Desde muy pequeño se trasladó a Tumeremo con sus padres donde se dedicó a las labores del campo. También, fue conocido como el llanero intelectual por su inclinación a la lectura y los estudios, según lo reseña el historiador y cronista del municipio Sifontes, Tomás Rafael Yépez, quien expresa: “El general Sifontes fue quien oficializó el nombre de la población de El Dorado, para este pueblo tiene un recuerdo muy importante y lo llevamos en el corazón como un hombre luchador, por su valor heroico en la lucha contra el invasor inglés”.

El encuentro del general Sifontes con la historia, tuvo lugar en El Dorado, cuando en 1894 se enfrentó a los ingleses, quienes provenientes de la Guayana Británica, hoy Guyana, cruzaron el Cuyuní por este lugar y se internaron en son de conquista en el territorio venezolano con ideas de llegar hasta El Callao y apoderarse de sus minas de oro. Sólo pudieron llegar al sitio conocido como “Piedra Escrita” en el camino hacia Tumeremo donde los enfrentó Domingo Sifontes y los hizo regresar a sus tierras de origen. Esta acción fue reconocida por la Asamblea Legislativa del estado Bolívar cuando al dictar la Ley Político Territorial que separaba a Tumeremo del Distrito Roscio, creó al Distrito Sifontes en 1993, convertido más tarde en lo que es hoy el municipio Sifontes.

Durante años los españoles estuvieron buscando un reino fantástico, El Dorado, que situaban en alguna parte de la Guayana venezolana. Nacido de la unión de varias leyendas, se creía que El Dorado era una ciudad hecha de oro y piedras preciosas. Muchos lo buscaron. Diego Berrío inició la conquista de Guayana, buscándolo.

Ubicación geográfica

Producto de esas fábulas, El Dorado fue ubicado entre la confluencia de los ríos Cuyuní y Yuruán, sobre una inmensa cuenca que contiene los yacimientos auríferos más grandes del país. Esta localidad debe su nombre al mito de El Dorado, que atrajo a América a muchos hombres como Pedro de Unsúa o Sir Walter Raleigh, éste famoso corsario inglés difundió la leyenda por toda Europa, que contaba que en esta zona vivió el Inca Maroa, quien poseía un palacio hecho en puro oro en honor al sol y a la luna.

En realidad, El Dorado fue una invención de los aborígenes para encantar a los hombres blancos de todo el mundo, salir de ellos y sacárselos de encima. Cayeron en esta trampa españoles, alemanes e ingleses. En su forma original, El Dorado aparece como una fábula andina. Era una laguna azul puesta en el tope de la Cordillera que tenía en el fondo sapos, culebras y lagartijas de oro. Andando los años y avanzando la conquista, esa imagen se transforma en el espejo de una Guayana traicionera, ombligo de oro del mundo americano.

La leyenda

El Dorado brota de la mente de los indios marrulleros. Al ver ellos que el interés inmediato del conquistador era el oro, inventaron en todas partes un truco que habría de servirle para librarse de los incómodos intrusos. Cada vez que el conquistador preguntaba al indio dónde estaba el oro, el indio le confiaba su gran secreto: "Este poquito de joyas que aquí habéis visto, no es nada: el oro está allá, allá, más allá…" y señalaban provincias remotas. De allá en más allá, los codiciosos se movieron hasta recorrer el mapa de una punta a la otra, y los indios confirmaron sus sospechas diciéndole: "No, español: El Dorado está allá, mucho más allá, allá, allá…" ¡En la Guayana! Donde corre un río diez veces más profundo y ancho que el Magdalena y la tierra está empedrada con granos de oro…

1 comentario:

  1. El General Sifontes, no oficializó a El Dorado, todo lo contrario fundó al pueblo de El Dorado, un 4 de marzo de 1.894.y gracias a la fraterna voluntad de un grupo de masones de la Respetable Logia Dios Y Patria Nro67,luego de una ardua investigación se logra ubicar su tumba en el Cementerio de El Callao, y posteriormente en un acto solemne sus restos fueron inhumados en el Cementerio Municipal de Tumeremo

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